Tras la primera toma de contacto del lunes por la tarde, el FC Barcelona retomó los entrenamientos en una doble sesión en la que los integrantes de la plantilla azulgrana comenzaron a ponerse las pilas para preparar la exigente temporada que se avecina. Pep Guardiola insistió principalmente en el trabajo físico para que sus hombres vayan cogiendo la forma necesaria. Por la mañana, en una sesión totalmente abierta para los medios de comunicación, se trabajó duro durante unos 75 minutos.
En la primera parte del entrenamiento primó lo físico. Tras los habituales rondos, los jugadores realizaron diversos circuitos en los que se potenciaban los cambios de ritmo, la fuerza y la resistencia. Los porteros, a las órdenes de Juan Carlos Unzué, trabajaron al margen durante esta primera parte. Posteriormente, todos juntos realizaron un ejercicio de posesión de balón y presión en espacios reducidos en el que el entrenador azulgrana se mostró muy exigente. Gesticulante y en continuo movimiento, Guardiola realizó muchas correcciones, enfatizadas en momentos puntuales en las personas de Abidal, Villa y Pedro. Este ejercicio tuvo muchísima intensidad y muy poco parón, lo que supuso un final acorde con el fuerte ritmo que tuvo el entrenamiento matinal.
Como ya sucedió el lunes, Xavi Hernández se quedó en el gimnasio haciendo trabajo específico pautado e individualizado para evitar que sufra problemas como los que tuvo al inicio de la pasada temporada. También Puyol trabajó aparte y continuó con su ritmo de recuperación de su lesión. El capitán saltó al césped del campo 1 de la Ciutat Esportiva junto al preparador físico Juanjo Brau, pero ambos se marcharon a un campo anexo. Guardiola pudo contar así con los mismos 15 futbolistas del lunes, 14 del primer equipo además del centrocampista del filial Jonathan dos Santos.
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